martes, 3 de octubre de 2017

Templo de Artemisa



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Templo de Artemisa


Siglo VII a.C.

El Templo de Artemisa, situado en Éfeso, (Turquía), es el único templo que encontramos en la Época Arcaica de orden jónico, dedicada a la diosa Artemisa. Esta era la diosa protectora de la caza, los bosques y todos los elementos de la naturaleza, teniendo también una gran vinculación con la idea de la virginidad, de la protección de las niñas y las  doncellas  y de los procesos  relacionados con la salud de las mujeres.

Su construcción fue comenzada por el rey Creso de Lidia y duró aproximadamente 120 años. En el interior de este santuario se hallaba la estatua de Artemisa, una obra de dos metros de altura tallada en madera de vid y revestida con plata y oro.

Fue diseñado por el arquitecto cretense Quersifrón aunque fue terminado por el hijo de este tras su muerte



Todo el templo estaba hecho de mármol. Constaba de unas 127 columnas, como ya hemos dicho, de orden jónico. En sus partes presenta un opistodomo, naos, (el cual era alargado y estrecho, en el que se hallaba la estatua de culto de Artemisa) y pronaos, además de ser un  modelo díptero, con una triple hilera de columnas en la fachada y el doble de peristilo a los lados. Un detalle poco común y muy característico es que las columnas estaban decoradas en su parte inferior con relieves policromados.

Se alzaba sobre una gran krepis rectangular formado por tres escalones (dos estereóbatos y un estilóbato), con una alta decoración en la parte del friso ornada con figuras en relieve y en el frontón.



Se conoce como una de las “siete maravillas del mundo antiguo”; apenas quedan restos ya que fue destruida el 21 de julio del 356 a.C. (fecha que coincide con el nacimiento de Alejandro Magno), un incendio destruyó totalmente el templo. El incendio fue provocado por un pastor llamado Eróstrato.

Lo único que se conoce de este templo es mediante grabados.




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