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Santa Sofía de Constantinopla
Santa Sofía de Constantinopla
Obra más representativa de la conocida como "Edad de
Oro" del arte del Imperio Romano de Oriente o Imperio bizantino,
construida por los arquitectos Isidro de Mileto y Antemio de Tralles entre los
años 532 y 537 órdenes del emperador Justiniano.
Con esta obra, Justiniano sustituía una basílica anterior,
construida por Teodosio II. La basílica de Teodosio sufrió un incendio en el
532 durante una revuelta, por ello, Justiniano encargó una nueva que superase
la grandeza de las anteriores. El edificio, muy próximo al palacio imperial,
cumplía la función de capilla palatina por lo que se convirtió en un edifico de
propaganda del poder de los emperadores bizantinos.
El proyecto tuvo que
ser reconstruido debido a que sufrió un terremoto entre los años 558 y 562, por
Isidro el Joven, el cual realizo algunos cambios como elevar la cúpula.
Respecto a la planta de Santa Sofía, sigue el modelo de
planta basilical con peculiaridades de la planta de cruz griega o planta
centralizada. En el interior, la planta se divide en tres naves separadas por
arcos de medio punto sobre columnas, siendo la central el doble de ancha que las
laterales rematadas en un ábside. Mientras las laterales presentan un doble
piso que comunica a la nave central a través de una galería de arcos de medio
punto sobre columnas.
Pero sin lugar a dudas, el elemento constructivo
predominante es la enorme cúpula construida en el centro de la nave principal.
Esta abarca 31 metros de diámetro y 51 metros de altura. Se levanta sobre pechinas
y se soporta sobre cuatro grandes pilares. Para contrarrestar el enorme empuje
que ejerce la cúpula se utiliza todo un sistema de contrapesos de manera que a
través de dos enormes arcos de refuerzo el peso se traslada hacia dos semicúpulas
anexas que a sus vez lo transiten a unos cuartos de cúpulas que hay en los
extremos y por último dos bóvedas de cañón . Todo el sistema se ve reforzado
por el grosor de los muros así como por el uso en el exterior de enormes
pilares o contrafuertes de reciben el peso.
El exterior es similar al de otros edificios bizantinos: es
sobrio y robusto muy voluminoso. Predominan los elementos constructivos con
ausencia de decoración, reservada para el interior. Los minaretes exteriores no
son bizantinos sino producto de la invasión turca y la conversión del edificio
en mezquita.
El interior es, sin embargo, impresionante, con materiales
exóticos que busca el destello de piedras. La cúpula, tiene en su base cuarenta
ventanas que la hacen parecer sustentarse en aire lo que en diferentes momentos
del día provoca el efecto “cúpula colgante”. Los mosaicos que decoran la cúpula
representan el cielo, pero luego la decoración fue sustituida por elementos
religiosos turcos. Los capiteles tienen una rica decoración de motivos
vegetales y monogramas del emperador Justiniano.