martes, 7 de marzo de 2017

CATEDRAL DE SANTA MARÍA DE FIORE, FLORENCIA (CÚPULA)



mARTEs    07mar2017




CATEDRAL DE FLORENCIA (CÚPULA)





Foto tomada de aquí



La catedral de Santa María del Fiore (del italiano Santa María de la Flor) es una de las obras más destacadas del Gótico italiano. Sin embargo, centrándonos en su cúpula, esta supone el punto de partida de uno de los periodos artísticos más importantes: el Renacimiento.

La cúpula original, diseñada por Arnolfo di Cambio, era de madera. No obstante, en 1419 tuvo lugar un concurso para diseñar una nueva, resultando ganador Filippo Brunelleschi, que construyó la cúpula que hoy conocemos.

Esta estructura de 45,5 metros de diámetro al exterior está inspirada en la cúpula del Panteón de Agripa. Brunelleschi había viajado previamente a Roma,donde había pasado años haciendo mediciones y di­­bujando los monumentos antiguos y anotando sus secretos arquitectónicos.

Dado que la catedral en un principio estaba preparada para soportar un cimborrio y no una cúpula, esta debía ser lo más ligera posible. Por ello, el proyecto de Brunelleschi consistió en levantar una cúpula doble octogonal: una visible al exterior, cubierta con ladrillos rojos imitando el modelo romano del opus spicatum; y otra visible solo desde el interior, decorada con pinturas al fresco de Giorgio Vasri hechas casi un siglo después. Ambas cúpulas se construyeron con ladrillos huecos y están conectadas mediante cadenas. Se trata además de la primera cúpula octogonal construida sin el soporte de un armazón de madera.

Sin necesidad de andamiajes convencionales apoyados en el suelo y con novedosas máquinas elevadoras diseñadas por el propio Brunelleschi, se inició la construcción de la cúpula en 1420. Como tal, la cúpula se terminó en 1436. Sin embargo no fue rematada hasta años después. En 1446, meses antes de la muerte de Brunelleschi, se inició la construcción de la linterna, estructura octogonal con ocho arbotantes en radio y ocho ventanas arqueadas, terminada en 1469.



Así pues, la cúpula de Santa María del Fiore representa el inicio de uno de los períodos artísticos más prolíferos de la historia. Bien podría considerarse también que la vida de Brunelleschi fue un largo aprendizaje encaminado concretamente a construir esta cúpula de belleza sin igual, tan útil, poderosa y honorable como quería Florencia. Con obras así, Florencia se convirtió en el foco de origen del Renacimiento.


Celia Álvarez



Hª del Arte
2º B de Bachillerato

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